Los ácidos grasos insaturados omega-3 (alfa-linolénico) y omega-6 (ácido linolénico), componentes de los fosfolípidos de las membranas, contribuyen a mantener concentraciones normales de colesterol en la sangre.
Los ácidos grasos insaturados están implicados en el metabolismo de las grasas, el transporte de nutrientes en el organismo y el proceso de crecimiento y desarrollo. Contribuyen al mantenimiento del nivel de triglicéridos, respaldando así la circulación y el sistema vascular.
Reemplazar las grasas saturadas en la dieta con grasas insaturadas contribuye a mantener concentraciones normales de colesterol en la sangre. El ácido oleico es una grasa insaturada. Los ácidos grasos esenciales omega-3 apoyan la salud del corazón y ayudan a reducir el riesgo cardiovascular.